Y, sin embargo, su rostro era de esos que todo hombre ha
visto en algún momento de su vida,
pero que no ha vuelto a encontrar nunca más.
No tenía nada peculiar,
ninguna expresión predominante que fijar en la memoria;
un rostro visto e instantáneamente olvidado,
pero olvidado con un vago y continuo deseo de recordarlo
otra vez.
Y no porque el espíritu de cada rápida pasión no dejara de
imprimir su propia y clara imagen en el espejo de aquel
rostro; pero el espejo, al igual que todos los espejos,
perdía todo vestigio de la pasión apenas desaparecía.
"Mi dulce mundo desastroso"
:)
El tiempo se nos escapa
Su tez
lunes, mayo 20, 2013 by laseñoritabe
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
necios.
Que necios somos las personas, nos mentimos a nosotros mismos, creeyéndonos que todo va bien, cuando nos va mal, y despues nos desahogamos escribiendo la verdad
0 comentarios:
Publicar un comentario