Llamadme rara, pero me siento feliz. Igual que el Ave Fénix que vuelve a renacer de sus cenizas y puede volver a volar.
Igual que el periquito encarcelado en una jaula cuando se escapa. Con las alas sobre el viento. Como un delfín fuera de un acuario de zoo, porque le han dejado en el océano.
Tengo una especie de síndrome especial, al que a veces algunos locos suelen llamar bipolarismo, por eso de que no se si voy o vengo. Si lloro o rio. Si me desato o me ato a lo que sea.
Igual que me sentía ahogándome sin oxigeno ahora siento el aire rozando las plumas, el oxigeno absorbido debajo del agua.
Como el cisne negro que se convierte en blanco.
Como la hermana pequeña que ha comido la merienda antes que su hermano, y se ha comido la de ambos; siente que su trastada esta a salvo porque es un secreto escondido, nadie la ha visto.
Sentir que no te vas a quedar anclada a lo mismo, que puedes seguir con eso que tenias entre manos, porque no hay a nadie que le afecte. Por que llevas tú el timón y estas dirigiendo tú barco, mientras los barcos pesqueros se van retirando por el fuerte oleaje.
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